Cajón desastre para hablar y tratar los temas más diversos: Literatura, justicia, videojuegos, tebeos, cine, animación... Se hace lo que se puede para mantener este chiringuito al día.
Un libro que repasa la historia de la radio española entre 1972 y 2002, a través de la figura de un periodista tan polémica como irrepetible. Imprescindible para materias como derechos de la personalidad o historia de la radio.
Recopilación de escritos en torno a los conceptos de ciencia, pseudociencias y sus debates derivados. Altamente recomendable aunque bastante denso en algunos pasajes.
¡Por Crom ,los Aurones,que mal recuerdo ha rescatado del abismo!Porque la bruja Averia y los electroduendes aun tenían su cosa pero esta otra serie era mala con ganas.Jim Henson era un verdadero profesional no como DÓcon que usaba unas marionetas de baratillo mas propias de un titiritero ambulante que de una serie televisiva.Y el bichejo verde,Poti-poti creo recordar se llamaba era para mear y no echar gota,jaaarll...XP
Gayofa era como en esa época se llamaba al que no era muy espabilado. Poti Poti también fue un apodo muy empleado en aquellos tiempos... viendo el vídeo y visitando foros, yo he recordado aquello de "Ñan ñan. Poti Poti gusta fruta fresca". Definitivamente, hay cosas que mejor dejarlas en el recuerdo de antaño. Y la cosa es que Los Aurones tenía su gracia, pero las ínfulas de su creador eran lo que tiraba -y tira- para atrás: por muy entrañables que sean, cualquier producto de Jim Henson (Los Fraguel, por ejemplo, que encima son un par de años anteriores) le da ciento y raya.
Maese Lord,debo responderle que los niños pueden ser inocentes pero no tontos y aunque no sepan discernir ciertos detalles,saben muy bien que está bien hecho y que no.Y la ironía y la capacidad de crítica de los adultos no son algo desdeñable,mas bien un síntoma de madurez.Yo veía la serie como muchos niños en esa época,sobretodo porque no había muchos canales ni series donde elegir(creo recordar que al principio la daban los sábados al mediodía en la tv 1).Hoy día probablemente no se comería un colín.Desde el punto nostálgico pues sí,un poco de cariño se le coge al surrealismo tan kisch que emanaba(igual que se lo tengo a las películas de Ed Wood,al cine de série B,y a las pelis de monstruos japoneses)Pero hay que reconocerlo,D´Ocon no se mataba ni en el diseño ni con el argumento.Por cierto ¿se han fijado en la fijación fruiteril(¿fetichismo frutícola?)que se repitió a posteriori con los Fruitis?