Uno de los espectáculos más fascinantes del mundillo electoral es la carrera presidencial estadounidense. La que se jacta –con sus grandezas y con sus miserias- de ser una de las democracias más antiguas del planeta, tiene en el camino a la Casa Blanca uno de los exponentes de lo reñida que puede ser la aventura de pillar un buen sillón de mando. Mientras se enfila la recta final, demócratas y republicanos o, más específicamente, Obama y McCain afilan sus espadas para hacer el último esfuerzo en unas elecciones que se presentan, al menos a priori, bastante reñidas. El candidato republicano ha decidido compensar la novedad de un adversario que no es de los llamados wasp (blancos, anglosajones y protestantes, algo así como los principales componentes de la élite gobernante del país) eligiendo a una mujer como candidata a la Vicepresidencia: la Gobernadora de Alaska, Sarah Palin.

            El apellido de la candidata evoca la figura de otro Palin, don Michael, integrante del mítico grupo humorístico británico Monty Phyton. Visto lo visto, ahí parecen terminar las semejanzas entre doña Sarah, con fama de ser bastante conservadora (para eso es republicana, digo yo, aunque no hay que olvidar que los partidos yanquis no funcionan como los nuestros) y don Michael, cuyas cafradas y las de sus antiguos compañeros de equipo son de sobra conocidas en todo el mundo y parte del extranjero. Sin embargo, los acontecimientos han dado a la elección de doña Sarah un toque irónico que bien podrían haber convertido en una historia de su Flying Circus don Michael y sus muchachos: una de sus hijas, menor de edad, ha aparecido embarazada. La cosa no es extraña, pero no deja de tener su guasa que una de las mayores oponentes de las políticas de prevención del embarazo entre adolescentes, y a la que se ha presentado como una madre de familia ejemplar (tiene hijos como para montar un equipo de baloncesto) vaya a convertirse en abuela en el momento más inesperado y menos adecuado.  ¿Será quizá que, después de todo, el apellido Palin atrae el humor absurdo?

Enviado por lcapote a las 10:24 | 7 Comentarios | Enlace