Últimamente, la lectura del diario La Opinión de Tenerife no deja de depararme sorpresas desagradables. Si hace unos días cancelaba –sin avisar, casi- las tiras que Patricio Ducha, Eduardo González y Ángel Marrero realizaban desde la fundación del periódico, un poco antes colocaban en la sección de cultura el anuncio de una entrevista en la Red (online, que le dicen los esnobs) a dos concursantes de Gran Hermano. Francamente, no sé qué pinta en esa sección una iniciativa semejante. Comprendo que no se pueda etiquetar una parte del periódico como “telebasura”, pero “sociedad” o la misma “televisión” podrían haber valido. Sin embargo, por más que le doy vueltas, no encuentro qué relación existe entre la cultura, el espectáculo y conocer las experiencias de dos personas que han pasado por uno de los concursos más polémicos que se recuerdan. El caso es que, perverso que es uno, no me resistí a mandar esta pregunta a los muchachos: ¿Qué piensas cuando en determinados foros se dice que "Gran Hermano" es telebasura de la peor calaña y que sus concursantes no son más que freaks que pretenden vivir del cuento sin dar un palo al agua? Las respuestas fueron las siguientes: -Julio González: yo creo que frikis no había ninguno ... de 70.000 escogieron a 78, a los mejores. -Gisela Betancort: Sinceramente esa es la opinión generalizada que existe respecto a Gran Hermano. Yo sólo vi la primera edición y también pensaba que los concursantes estaban siempre discutiendo pero lo cierto es que de mi experiencia puedo decir que son todos gente normal, estupenda con sus trabajos y sus vidas como cualquier otro. En el primer caso, la pregunta que me asalta es ¿a los mejores de qué? Porque, que yo recuerde, no se pide un perfil especial para concursar… ¿o sí? Y el recuerdo que tengo del concurso (que sí, he visto lo justo y necesario para concluir que no me gusta y que tiene de experimento sociológico lo que yo de Gran Mandarín de la Ontología Jurídica) es que se buscaba meter a gente que diera juego para el morbo, los rollos y demás. Suena un poco a justificación del estilo de “oye, que esto no es lo que ustedes se creen”. En el segundo, me llevo la grata sorpresa de encontrar una respuesta consecuente, pero no justificativa. La persona asume que quien expone, se expone y a vivir, que son dos días. Sin que sirva de precedente, me quito la boina ante una concursante de Gran Hermano… aunque siga pensando que es un culebrón barato con una maestra de ceremonias cada vez más inaguantable.
Enviado por lcapote a las 03:30 | 1 Comentarios | Enlace
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