Dando un garbeo virtual por los periódicos del día, me he encontrado en La Opinión de Tenerife con la siguiente noticia: El concejal de Seguridad de Santa Cruz dice que le daría una pedrada a un manifestante por ´ser español´ Al parecer, en medio de una entrevista radiofónica, Hilario Rodríguez dijo lo siguiente: Me sorprendió el otro día cuando intervino en las puertas del Ayuntamiento un español, con acento [enfatizando las 'c' como los peninsulares en tono despectivo]..., pronunciando las 'ces' y las 'zetas'. Si yo estoy en una manifestación e interviene un español como aquel, a manipularla, porque aquel era un godo, aquel era un godo, el tonicazo [pedrada] que le doy, primo... Al parecer, este humano –lo de señor, caballero o similar sobra- ya demostró sobradas dotes de diálogo y mesura durante una manifestación en Ofra contra una acción de la siempre polémica UNIPOL, donde se encaró con uno de los asistentes y le soltó que Si no estuviéramos aquí, te metía un piñazo por mentiroso... Partiendo de la certeza de estos hechos ¿sorprende que el personal esté cada vez más soliviantado con el bajísimo nivel que demuestran los gobernantes de uno de los consistorios más importantes de Canarias? ¿Debería permanecer este humano en su puesto, después de tamaña incitación a la violencia? Eso sin contar la justificación para la pedrada: fascismo troglodita, nazismo analfabeto, racismo repugnante. Situaciones como ésta ensucian el buen nombre de Santa Cruz, de Tenerife y de Canarias y dejan a la altura del betún la imagen de un Ayuntamiento que lleva tiempo saliendo en los papeles por noticias nada positivas. En el lado positivo, hay que destacar que la “masa comentadora” (como dicen los amigos de Canarias Bruta) se ha posicionado en torno al sentido común, aunque existan las inevitables excepciones en forma de algún descerebrado que comparte ideología con un ser que también estuvo en la manifestación contra la inmigración de octubre de 2006, donde los ultranacionalistas canarios y españoles se dieron la manita para demostrar que, después de todo, quitada la etiqueta lo demás es igualico, igualico que el defunto de su agüelico.
Enviado por lcapote a las 19:39 | 0 Comentarios | Enlace
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